domingo, 22 de diciembre de 2013

Mucho más que nombres.



Un poco tarde, pero os deseo a todos un feliz día de la salud. La mía se ve que es de hierro puro, porque lo que es dinero… ni un euro. Iba a decir que ni un duro, pero yo voy de moderna, y teniendo en cuenta que llevamos ya unos cuantos añitos con esta moneda, decir otra cosa sería ir en contra de mis principios.

Ayer recibí mi primera felicitación de Navidad. Fue en forma de whatsapp y me la envió la última persona de la que me la hubiese esperado. Llevaba sin saber de él un par de meses como mínimo, que fue cuando decidimos (al menos yo) que había que poner tierra de por medio. En esa última conversación mantenida ambos nos dijimos cosas que no fueron nada agradables y como María Jiménez yo grité ¡Se acabó!.  Por eso volver a saber de él, y de esta manera tan inesperada, me hizo darme cuenta de nuevo (no es la primera vez que nos distanciamos) del cariño que le tengo. Somos las personas más diferentes que se puedan poner una en frente de la otra; nuestra forma de ver la vida y sobre todo de entender las relaciones es totalmente contraria; y sin embargo y a pesar de todo, lo aprecio de una manera muy especial que sé que no va a cambiar.

Éstas fueron las palabras que nos volvieron a unir: 

Él: Feliz Navidad señorita (…) Sigues enfadadita conmigo?

Yo: (...) No. Y usted conmigo?

Él: (…) Nunca 

… y a partir de ahí, el hielo volvió a romperse entre los dos…

Ayer recibí mi primera felicitación de Navidad pero sé que no será la última. O eso espero, al menos. De lo contrario pensaré que soy la persona más horrible del mundo a la que nadie aprecia. Y, llamadme vanidosa si queréis, pero yo sé que no es verdad.

Puede que a veces no lo demuestre como debiera, pero mi corazón está llenito de gente maravillosa, a la que admiro, quiero y respeto sobre todas las cosas.

Está mi niña Tere, la cosa más grande que ha parido madre. La tía más inteligente que he conocido nunca, con una cabeza muy bien amueblada y mucho sentido común. Es la voz de mi conciencia, incluso cuando me gustaría que la puñetera conciencia fuese muda…

Mayte es esa hermana mayor que no tengo. Me protege y defiende con uñas y dientes de todo aquello que intente hacerme daño. Si tuviese que pagar a alguien por hacer ese trabajo no me lo pensaría ni un minuto. Tiene el corazón más grande del mundo mundial, y es la persona más sencilla (y cabezona) de toda la Tierra. Y si Mayte es la mayor, Araceli es mi hermana pequeña. No necesita que la protejan porque buena es la señorita, pero como es la más joven… pues a joderse… Otra que parece Pepito Grillo en ocasiones, es de las que le llaman al pan, pan y al vino, vino. Eso sí: Me quiere y la quiero. Con locura… Somos las tres componentes del Trío Calavera desde que coincidimos en el instituto. Inseparables. AMIGAS.

Montse… mi otro gran pilar que estuvo apoyándome en mis horas más bajas, cuando descendí a los infiernos y ardía sin poder evitarlo. En los tiempos en los que me dejaba caer y me daba igual todo, ella me tendió la mano y me ayudó a salir a flote, ofreciéndome su comprensión, su apoyo y su cariño. ¡¡¡Cómo no voy a querer a alguien así cerca de mí!!! Estaría loca sin no lo hiciese…. ¿lo único malo? Que con Montse viene Fran… su maridito… ¡¡Qué tio!!! Los dos son como un pack de yogures que no puedes romper porque no se venden por separado. Todavía recuerdo la primera vez que escuché su voz (me refiero a la de Fran): fue por mi cumpleaños, hace ya un tiempo, cuando y para gastarme una broma se hizo pasar por uno del IKEA que quería confirmar la dirección de entrega del dormitorio rosa que supuestamente yo había encargado… Casi lo mato. Y desde ese momento supe que nos llevaríamos, bien no, lo siguiente. Porque es un tío de ley, que sé que quiere mucho a mi amiga y por consiguiente yo a él también.

¿Y qué decir del resto del clan Lonza al que todavía no he nombrado? Eva es de mi época universitaria a la que perdí la pista hasta que volvimos a encotrarnos años después trabajando juntas. Es un amor, una loca de las Nancys que siempre se apunta cuando de organizar una reunión de amigos se trata. Lo que hemos pasado juntas, ¿eh loquita? David…. David es el chico que toda madre querría para su hija. Y yo si fuese madre lo secuestraría ¡pero para mí! No he conocido a una persona más dulce (sin llegar a empalagoso) y sensible que él. Lástima que esté pillado…. ¡Mecachís! Las hay con suerte… Y como las buenas personas con buenas personas se juntan, aparece mi niño Santi en escena. Me lo pediría para Reyes si fuese posible, pero ¡maldita sea su estampa! éste también ha caído ya en las redes del amor y ya se sabe que ni las tijeras más afiladas consiguen romperlas. Lo adoro. No puedo decir más sobre él. Y por último pero no por ello menos importante en este grupo de gente está Noe. La integrante más reciente. Un encanto de niña, cómo no. Por eso se ha juntado con esta panda de degenerados….

Y pasa el tiempo y la gente viene… y la gente va. Y yo misma me fui de mi tierra y aterricé en la capital del reino: Madrid.

Y me tocó volver a socializar un poco más y abrí las puertas de mi corazón a cuatro personitas maravillosas (en realidad son cinco, pero a Violeta se le dio por irse a Lituania y no veas lo lejos que cae eso… Te echo de menos, cosa guapa…), cuatro personas que me han llenado todavía más si cabe como persona y que se han convertido en mis mayores apoyos ahora que me encuentro lejos de casa: Salomé, otra pontevedresa en Madrid a la que he tenido que conocer en una ciudad de millones de habitantes cuando en Pontevedra vivíamos como a diez minutos la una de la otra… Tiene narices la cosa. Salo es… única. La quise, la quiero y la querré siempre. Hemos pasado por mucho juntas y a mí me ha aguantado mis bajones como una campeona. Sólo por eso se merece una medalla. Concha es mi otra hermana mayor. Puede que por las circunstancias (laborales) ahora el contacto no sea tan intenso como antes, pero sé que puedo contar con ella cuando la necesite y eso para mí es lo más importante. Mi niña Patri, la peque del grupo. Es la cosa más bonita que ha parido madre. Tiene un corazón de oro y una madurez que ya querrían otros. Es sensata y arrolladora. Lucha con uñas y dientes por lo que quiere y su tenacidad y constancia son cualidades que hacen que la admire más si cabe. Y Silvia… ¡ay mi Silvia! La última en llegar a mi vida. Tiene una personalidad que arrasa y arrastra, te contagia su vitalidad sin que apenas te des cuenta. Me encanta porque te dice las cosas a la cara, te guste o no. Luego se arrepiente y te pide perdón por si ha sido demasiado brusca… ¡Pero qué guapa eres, madre mía!

Y de esto está lleno mi corazón. De gente a la que admiro y quiero. Gente que me ha demostrado que merece la pena y a la que no querría perder por nada del mundo. Hay mucha más, por supuesto. Estos son sólo una pequeña muestra de todo el abanico de personajes que me acompañan en mi día a día. Si alguna vez tocas mi corazón los sentirás a todos y cada uno de ellos, porque viven en mí, y gracias a su presencia yo soy como soy.

La canción que cierra hoy todo esta diatriba dice un poco eso: que si pones tu mano en mi corazón no necesitarás nada más para saber que todo va a ir bien aunque tú no te lo creas.

Y esto me recuerda que hace poco dedicaba este tema a alguien que, como yo hace no mucho, se encuentra perdido… Es curioso. Es una persona a la que no he visto jamás en persona, pero que me transmite muy buenas vibraciones por cómo me ha hablado, por cómo escribe… Hace unos días acordamos que un día de estos quedaríamos para cenar. Ojalá no se arrepienta y podamos vernos cara a cara por fin. La curiosidad que tengo por conocerle es enorme…




Y sí, mi corazón está repleto de cosas buenas, pero siempre habrá sitio para todo aquél que se gane a pulso un lugar en él. ¿te animas?

Olly Murs. Hand on heart. http://youtu.be/W3vijeR0ZRs





2 comentarios:

  1. Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero me parece que tú tienes unos cuantos!! (tesoros) Supongo que sabrán la enorme suerte que tienen.
    Bonitas palabras hacia esa gente que todos tenemos y forman una segunda familia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también tengo mucha suerte de tenerlos cerca. Son un pilar muy importante en mi vida.
      :-)

      Eliminar