domingo, 8 de junio de 2014

Recordando una boda en la playa.

Por fin ha llegado el día, después de un largo y no siempre fácil camino estáis aquí, los dos, guapos y felices, dispuestos a comenzar una vida en común que sé que os llenará de alegría y felicidad. Porque os lo merecéis, por cómo sois y por todo lo que habéis tenido que luchar para que hoy todo esto tenga lugar.

Y lo hacéis en presencia de la gente que os ha demostrado sincero cariño y amor, y acompañados del sonido calmo de las olas de este mar, cómplice silencioso de vuestros pensamientos y de vuestros anhelos.

Vuestra historia es extraordinaria. A veces el destino se empeña en unir a personas separadas por una distancia aparentemente insalvable. Sólo los más fuertes sobreviven, y vosotros lo habéis hecho. Habéis luchado contra viento y marea y ahora por fin tenéis vuestra recompensa. Jamás he conocido a dos personas que se quisiesen tanto, que incluso en los episodios más oscuros tuviesen la fuerza de abrirse camino y remontar con la única determinación de estar juntos. Pasión lo llamaría yo, amor verdadero, fuego…

Os veo ahí, sonrientes, emocionados tal vez, y yo sonrío con vosotros y por vosotros. Y esa felicidad, gracias al viento, se despliega por este lugar sin que apenas nos demos cuenta.

Os adoro y lo sabéis. Habéis sido para mí (e imagino que para muchos de los que estamos aquí hoy) un pilar importante en mi vida desde el primer día que entrasteis en ella y sé que ese pilar se hará cada vez más fuerte, a medida que pase el tiempo. Porque lo que nace del corazón nunca se rompe, al contrario, a pesar de lo malo se vuelve más fuerte. Igual que lo que sentís el uno por el otro. Os conozco y sé que vuestra historia, ese amor que se ha ido aferrando a vuestros corazones, cada día se hará más grande. Y ya puede el mar ponerse bravo, temblar la tierra, arder el fuego con llamas indescriptibles o soplar el viento llevándose todo lo que se le ponga por delante, que vosotros seguiréis unidos el uno al otro, agarrados a todo ese amor que sé que os tenéis, porque lo vuestro es de verdad.

Os deseo todo lo mejor de este mundo.  Las personas buenas se lo merecen.

Me gustaría terminar con estas palabras de Mario Benedetti, que a mí me recuerdan mucho a vuestra historia:

“No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento.
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños.”

Nunca dejéis de soñar. Os quiero.

La entrada de hoy es muy especial para mí. Tal día como hoy, hace exactamente un año, dos personas maravillosas decidieron dar el paso y rodeados de un calmo mar azul y un paisaje que de tan bucólico apenas te permitía respirar, se envolvieron en un halo de romanticismo que nos acogió a todos los que tuvimos el honor de compartir con ellos ese momento, y cogidos de la mano  prometieron estar juntos hasta el final de los tiempos.

Y allí estaba yo, testigo en primera fila de esa unión tan deseada y tan merecida, llorando desde que el primer acorde de la melodía conseguía con su dulce son que estas dos personas caminasen a su encuentro para finalmente llegar juntos hasta el baldaquino bajo el cual todo tendría lugar.

Como tributo a esta historia que me tuvo en vilo desde el minuto uno, con la que he disfrutado y sufrido a lo largo de los años, esta entrada va dedicada a ellos. Y por ese motivo he desempolvado el texto que tuve el orgullo de leer en su honor durante la ceremonia, que como habréis deducido ya, porque sé de buena tinta que tenéis una capacidad de intuición muy grande, es el que abre este nuevo post. Jamás podré agradecerles lo suficiente que me hubiesen hecho partícipes de esta manera tan especial de ese momento tan importante para ellos.

Y desempolvar todo esto ha hecho que vuelvan a mi mente un millón de recuerdos que me han hecho retroceder al pasado por un momento. Y, una vez rememorados todos ellos, tanto los buenos como los no tan buenos, en este escrito está la prueba más real de que al final si lo que existe es verdadero dan igual las barreras que se interpongan en el camino, no importan las zancadillas que otros quieran ponernos para que tropecemos y caigamos, hundiéndonos en lo más profundo... al final todo lo que tiene que llegar termina haciéndolo, y eso es en el fondo, lo único que cuenta.


Aquel día vivido, retratado en mil imágenes, resume la felicidad más grande que jamás se pueda describir. Siempre lo recordaré con ese cariño que las buenas ocasiones se merecen. Hoy, Montse y Fran, estas líneas van dedicadas a vosotros. Porque sí. Porque habéis hecho lo imposible por alcanzar vuestro sueño. Porque sois un ejemplo de valentía y superación del que todos deberíamos aprender. Porque a pesar de haber caído muchas veces, habéis sabido levantaros con orgullo y valentía.

Y, sobre todo, porque os quiero. Mucho. Pero jamás demasiado.



Kenny G. The Wedding Song. http://youtu.be/lml43w4GlR4



3 comentarios:

  1. Hola...
    Enhorabuena
    Confieso que he encontrado este blog de la forma más absurda y curiosa... pero me ha encantado lo que he leído. Quizá porque me encuentre en horas bajas después de varios disgustos seguidos... pero aunque así no fuera, te aseguro que la sensación habría sido la misma.
    Te he encontrado de una manera rara... he dado al apalabrados a jugar con un jugador aleatorio y me has salido tú... he dado a aceptar, y un rato después he visto que tenías perfil en Facebook... y mirando me he encontrado este regalo...
    Jo... Hay mucha sensibilidad aquí...
    Hay amargura, temor, optimismo, valentía, reserva, fuerza, tesón, amor... hay mucho... y por eso te doy la enhorabuena. Por canalizarlo, escribirlo y darlo a conocer.
    No sé quien eres, pero te mando un beso grande porque eres valiente. Has fotografiado tu vida en unas cuantas líneas en cada una de las entradas... y veo que necesitas salidas... necesitas espacio para ser. Necesitas darte... y sobre todo, necesitas recibir. Recibir todo lo que das... que lo que o te pueda dar, te sirva... es poco, solo mi aliento y la fuerza que te envío...... ojalá este camino que has iniciado sea para bien. eso seguro.

    Fuerza y ánimo.

    ResponderEliminar
  2. Buf... me acabo de quedar sin palabras.
    Hasta ahora pensaba que este experimento que inicié hace ya más de medio año sólo lo vería mi gente, como yo la llamo, ¡así que imagínate la sorpresa! ... Muy grata, por cierto, sobre todo porque lo que me has escrito me ha parecido una pasada.
    Muchas gracias por todas esas palabras bonitas que dedicas a lo que escribo. Es cierto que dejo en ello mi alma, que cuando comencé lo hice porque me estaba ahogando y no encontraba la salida, y con el tiempo se convirtió en una necesidad. Hasta que me puse a ello no fui consciente de lo mucho que me relaja plasmar con palabras mis inquietudes y deseos, mis logros y mis desilusiones.
    Y que haya gente anónima como tú que valore de esa manera cada pedacito de mí que reflejo en cada entrada me enorgullece.
    Que sepas que, sin saberlo, me estás ayudando a que me sienta más segura de lo que hago y con ganas de continuar. Hasta donde esto me lleve...
    Gracias de nuevo.
    Un saludo muy cariñoso.

    ResponderEliminar
  3. cuanto me alegro de que mis palabras te sirvan y te gusten,,, déjame que un día te escriba algo bonito de verdad...
    beso guapa

    ResponderEliminar